50. Transformaciones que dejó la Pandemia en la Enseñanza a Estudiantes de Enfermería
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Resumen:
Sin previo aviso y con el tiempo que apremiaba cada docente debió reconfigurar todas las aristas de su espacio de clases. La pandemia puso a prueba la solidez de los conocimientos y destrezas que tenían los docentes para poder implementar diversas estrategias que permitieran transitar los contenidos curriculares.
La presión social por dar continuidad al proceso de enseñanza forzó al docente a salir de su zona de confort hacia un terreno desconocido. La pandemia evidenció las disparidades en cuanto a la formación y uso de tecnologías, estrategias y condiciones de conectividad. Al mismo tiempo un perfil de estudiante que exigía recursos creativos e innovadores para que los contenidos que debían enseñarse bajo un nuevo encuadre y con tiempos diferentes, puedan ser aprehendidos.
Las limitaciones que se pusieron en juego no solo eran las tecnológicas y académicas de cada uno de los docentes, sino que la mayor parte de nuestra población estudiantil estaba desarrollando también tareas de enfermería para mitigar las consecuencias de la pandemia.
Dentro de las actividades que desarrollaban los estudiantes de enfermería, se destacaron las tareas inherentes a la vacunación, prevención y promoción de la salud en las comunidades y en las instituciones de salud; que obligaron al estudiante a tomar contacto con la cruda realidad sin tener una formación profesional acabada.
Tanto el perfil del estudiante como el del docente estuvieron inmersos en un encuadre muy particular que los llevó a trabajar extensas jornadas laborales con un alto grado de desgaste psicoemocional. Por ejemplo, la falta de horas de sueño, el contacto permanente con la muerte; todo esto atravesado por la incertidumbre sobre el futuro tanto profesional como personal.
El aislamiento social preventivo y obligatorio exigió adaptar los horarios de clases, ampliar los medios por los cuales se conectaban estudiantes-docentes, incrementar las cantidades de horas en preparación y adecuar las clases que ya estaban diseñadas y personalizar el seguimiento de cada estudiante a nivel académico, laboral y emocional.
A su vez los docentes promovieron y participaron activamente en la construcción de redes sociales de apoyo emocional y material para amortiguar los efectos que causaba el ASPO, generando un ámbito solidario para todos los actores del proceso enseñanza aprendizaje.
Estas modificaciones de las dinámicas de trabajo de cada equipo de cátedra obligo a reflexionar sobre los nuevos escenarios que permitieron y permiten mantener un sistema híbrido de formación en el campo de los profesionales de enfermería.
Autoría: Carlos Andrés Sánchez, Paula Vignale y Cecilia Corsetti