35. Clases para escuchar, para observar y para vivir experiencias formativas
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Resumen:
Como pedagogas enseñando en un profesorado universitario acostumbramos pensar sobre lo que hacemos; modificamos nuestras prácticas cada cuatrimestre, desarrollamos nuevas actividades y materiales para facilitar los aprendizajes. La incorporación de recursos digitales comenzó hace varios años: probamos diversas plataformas, usamos el campus con distintos fines, ofrecimos el aprendizaje de varias aplicaciones, con distinto grado de exigencia en diferentes momentos. El constituir un equipo de trabajo consolidado facilitó esta dinámica de reflexión colectiva y de innovación permanente. No obstante, la pandemia nos forzó a profundizar en la experimentación con diferentes recursos tecnológicos que nos permitieran garantizar la continuidad pedagógica en la formación de profesores y profesoras en Ciencias Jurídicas de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires. Ello supuso nuevos desafíos para poder seguir proponiendo buenas prácticas en las que pudieran desarrollar habilidades técnicas y psicosociales a la vez que apropiarse de conceptos/herramientas. Las diversas decisiones tomadas por el equipo de cátedra para lograr el pasaje de la enseñanza presencial a la virtual nos permitió transitar por procesos de transformación de los espacios de teóricos y prácticos, que se fueron ajustando en los cuatro cuatrimestres que duró la experiencia. Actualmente, en un contexto que probablemente sea aún de transición, tuvimos una organización nuevamente diferente: nuestras clases no son ni las anteriores a la pandemia ni las que desarrollamos en 2020 y 2021. La normativa de la Facultad definió en buena medida lo que pudimos hacer en el primer cuatrimestre del 2022. Pero estas clases tampoco son estrictamente la propuesta que nos gustaría; continuamos reflexionando acerca de lo que podríamos ofrecer si contáramos con el tiempo para analizar la experiencia vivida estos cuatrimestres, y a partir de dicho análisis “barajar y dar de nuevo”. Armar este trabajo es una manera de hacernos ese tiempo, de pensar colectivamente y de compartirlo con el resto del grupo. Por consiguiente, en este escrito nos proponemos ofrecer respuestas tentativas a preguntas del tipo: ¿Cómo pensamos el armado de nuestra propuesta formativa hoy, luego de la experiencia transitada? ¿Qué imaginamos como nuevas configuraciones posibles en materia de estrategias de enseñanza, recursos y modos de construcción del conocimiento? ¿Qué decisiones institucionales limitan nuestra posibilidad de reconfigurar los espacios de formación ofrecidos a los/as estudiantes en la pospandemia?
Autoría: Anahí Mastache, Carla Nadia Secco y Verónica Pierri
2 Comentarios on 35. Clases para escuchar, para observar y para vivir experiencias formativas
Estimadas colegas: valoramos su experiencia por haber incorporado recursos digitales desde hace tiempo, pero, sobre todo, por hacer una mención tan importante respecto del valor de trabajar en un equipo consolidado.
Nos quedamos pensando en la necesidad de interactuar con docentes de gran vocación y compromiso, con objetivos comunes, esto es un punto de contacto con nuestra experiencia.
Les dejamos una pista para que nos encuentren y nos dejen un comentario: en nuestro caso la Universidad de pertenencia no es la UBA pero el contexto sanitario aparece mencionado en el título, al igual que la mención a la institución en que se inscribe el caso presentado. Somos, al igual que ustedes, tres autoras.
Saludos cordiales,
Sus amigas invisibles.
Hola Karina, gracias por acercanos tus comentarios. Realmente es muy gratificante trabajar en un equipo comprometido con la formación docnete y con muchas ganas de innovar. Estaré buscando la experiencia de ustedes para dejarles mis comentarios. Saludos cordiales. Carla Secco